domingo, 30 de noviembre de 2014

AYER Y HOY

La transformación que han padecido las ciudades españolas en los últimos 50 años ha sido especialmente cruel en Murcia. Los antiguos edificios que por entonces había en la ciudad, debido a la pobre calidad de los materiales de construcción, fueron poco a poco derribados para ser sustituidos por unos nuevos e impersonales inmuebles, cambiando de esta manera el paisaje urbano y sustituyendo el entorno arquitectónico, concebido entonces a escala humana, por otro, desproporcionado y completamente despersonalizado.
La razón de este cambio se debe, creo yo, a la falta de utilización de materiales nobles (piedra, por ejemplo) en la construcción de la mayor parte de los antiguos edificios, así como las políticas urbanísticas de los años del desarrollismo (60 y 70, especialmente) que terminaron por destrozar todo aquello que dotaba a la ciudad de un sabor característico.
Sirvan esta imágenes, separadas en el tiempo 45 años, como ejemplo:


Calle González Adalid (1968-2013) 

Calle Jabonerías (1968-2013). La primera a la derecha es la calle Manfredi, al fondo el Palacio Vinader, en la plaza de Romea